Todo empezó cuando su fino y caro amigo vió en cierto site balín de interné que MARCATEL necesitaba un redactor publicitario, por lo que, despues de haber salivado cual can pavloviano, decidí aplicar para tal trabajo y para asegurar mi pase al mundial hice algo muy drástico y fue el cortarme las mechas de Anakin Skywalker en crack que me cargaba desde el año pasado.
Muchas personas, incluyendo la Chaparra me dicen que soy un miserable codo de la más digna tradición regia para ciertas cosas y una de ellas es el corte de pelo: Si uds. creén que me voy a cortar el peluquín a un lugar en donde los peluqueros parecen modelos andróginos prófugos de Studio Line, están más que equivocados. ¿Para que diantres voy a pagar más de 100 bolas por un corte que a los tres meses se me va a hacer por ningún lado? Es una excentricidad digna de los Vandelvilt, carajo.
Total que me di mis vueltas por lugares de dudosa reputación que cobraran baratito y en un lugar en la colonia República, cerquitas donde viven los progenitores encontré un lugar en una pseudo-plaza comercial llamada Estética D´Ray, corte de pelo para caballero: 40 pesotes. Paren el camión, yo aquí me bajo.
Eso si, con solo ver el nombrecito, imaginé que el peluquero iba a ser una persona cuyas preferencias iban para los de su mismo sexo, por lo que jalé aire estoícamente y al grito de: "¡Viva el ahorro!", entré en el establecimiento. Al entrar, me recibió Ray (Raymundo), un muchacho chaparro de unos veintitantos años, moreno cual Zamorita, de pelo güero en la más pura tradición bradpittesca, camisa ochentera de Magnum P.I. y para darle sobriedad al asunto unos coquetos aretes en cada oreja... Me sentí en el penal de Topochico.
Total que me senté en el banquillo de los acusados, a lo que siguió este diálogo:
-"¿Cómo lo quieres?".
-"Déjamelo corto, por favor".
-"Aaay, ¿Y porqué te lo vas a cortar?"
-"Por una entrevista para un trabajo".
-"Aaay, que lástima, porque lo tienes muy bonito".
-"......................................Gracias, qué amable".
Para estas alturas yo ya creía que esta aventura iba a acabar en escena de Pulp Fiction, pero no paso de que pusiera sus lustrosas manos en mi cuerito cabelludo para ponerlo al tiro y para ponerle un toque todavía más petite a la escena, que pone la tele para ver Desde Gayola con el viril del Horacio Villalobos en donde se ponía a despotricar sobre los ochentas, pasando videos que no había visto desde que me había cambiado la voz, como Enrique y Ana, Miguel Mateos y Laureano Brizuela.
Total que me retire de ese hoyo fonki ochentero algo sucio, pero eso sí, con un corte de pelo muy ad hoc para la entrevista.
Todavía no me han hablado para decirme como me fue.
Pinches putos.
3 comments:
Enrique y Ana, MA DRES... me remontaste a mis cinco años... Oyes, ¿y quedastes bonito? Porque déjame decirte que sí, que eres un MEGA MARRO... ¿CUARENTA pesos? No mauser Mickey. Y no, no es que a los tres meses ya no se te acomode pa ningún lado, es justo los tres meses después del corte los que cuentan. Por lo pronto, al Bebito lo obligo a ir con Vianney (Yannet), porque es la única que me lo deja guapetón y le cobra 150.
Yo ayer pagué 120 pesotes por una cresta de mohicano para ir ad-hoc a Barcelona... chido, no?
Saludos Le Topé...
El nombre de la estética es sumamente atractivo y cae dentro de lo esperado para el precio que pagó. Pero, no Marqués, ahora si que se le están pegando las mañas codas de los regios, ¿cómo que 40 pesos?
Imagínese, yo gasto 50 pesos 3 días a la semana para ir al salón a que me quiten el cairel y me dejen una malena lacia como de Madonna en su último video, una chulada!!!
Es un pequeño lujo, pero creo que lo valgo...
Abrazo capilar
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