Wednesday, September 21, 2005

El príncipe del rap

Aprovechando que las llamadas están entrando con una frecuencia de 30 minutos cada una, por esa necesidad galopante de escribir acuciada por mis queridas musas que están mas latosas que nunca y después de consulatarlo con la almohada, he decidido hablarles de cara a mis lectores y confesarles un terrible secreto de mi gris-llegando-a-negro pasado... Er, esto no es fácil... um, aaah, ¡Bueno, ya!... Yo bailaba rap o sea que era raperito.

¡Sí, si! A finales de la década de los ochentas esa música rítmica hecha por afroamericanos (ya no se dice "negros" no es lo políticamante correcto) hizo presa de mí al grado de que iba a las fiestas no a ligar a cuanta chica tuviera enfrente y mucho peor, no a bormbardear mis neuronas y ponerme hasta las manitas de alcohol, si no que iba a...a...a.. ¡A bailar rap!

Recuerdo que me sabía la letra completita de "Ice, ice baby" de Vanilla Ice, me sabía todos los pasos de MC Hammer... ¡¡¡Veía los videos de Tone Loc, Bobby Brown, DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince y de... gulp... Milli Vanilli!!! De hecho, dos amigos míos cuyos nombres no diré por respeto y no quemarlos de por vida iban a mi casa a ver los videos de MTV (cuando empezó la moda de las parabólicas) y ahí sacábamos los pasos para que luego fuéramos los reyes de las fiestas de más alborotado copete de la prepa. Carajo... me doy ¡AJCO! como diría un profesor de cine en la universidad.

Eso sí, en las fiestas todo era magia bailable, había fuego en la pista cada que sacabamos nuevos y más complicados pasos, una que otra vez nos retaban y casi siempre salíamos victoriosos, eramos los mejorcitos de ese lado de Ciudad Satélite, Lomas Verdes, Chiluca, Santa Mónica, San Mateo Nopala y anexas... We are the champions, my friends. Me sentía en la serie ochentera de Fame (Uta madre, qué horror).

Lo bueno es que ya estoy yendo a terapia grupal (con shocks eléctricos incluídos estilo cantina de pueblo) para curarme de este penoso vicio kitsch-mágico y musical.

-Hola, buenas tardes... mi nombre es Gerardo y era raperito...
-¡¡¡Hola, Gerardo!!!

No me odien por esto, por favor, ¡Era jóven y no sabía lo que hacía!

6 comments:

Yo said...

Jajajajajajaja, El Raperito de Topochico... Pues el otro día en VH1 descubrí que hasta (¿hasta?) Vanilla Ice se arrepiente de su pasado raperil... y no, no se dice "negros"; pero en México se ha adoptado el políticamente correcto "negritos", por si lo quieres usar en alguna conversación.. (chinito aplica, a su vez, para todos aquellos de ojos rasgados)

Yo said...

¿Por qué no aparece lo que dije desde hace ya rato?

Bueno, lo voy a copypegar y mandar otra vez: se aguantan!!!!

Jajajajajajaja, El Raperito de Topochico... Pues el otro día en VH1 descubrí que hasta (¿hasta?) Vanilla Ice se arrepiente de su pasado raperil... y no, no se dice "negros"; pero en México se ha adoptado el políticamente correcto "negritos", por si lo quieres usar en alguna conversación.. (chinito aplica, a su vez, para todos aquellos de ojos rasgados)

Cheap Bastard said...

No te preocupes, yo tengo otro secreto casi tan feo como el tuyo.
Veo CLUB 34 para ver a Elsa Burgos.

Saludos

Ginger said...

Ni modo mi musical y bailarín Marqués, todos tenemos en nuestro haber algún pecado que tratamos de ocultar y olvidar. Qué valor para reconocerloy compartirlo!!!

Amenazza said...

jajaja no mames, este tipo de secretos no se cuentan nunca (a menos que estés orgulloso, claro)

yo bailaba break dance por ahí de 4o de primaria, no era tan malo, creo que ahora lo hago mejor, jajaja... claro, con 3 estoques encima...

pregúntale a Chuy sobre su video casero cuando era un marranete y bailaba break... se le borraría esa calida sonrisa del rostro (chale, ya lo baconié)

Gerardo De la Garza, el biógrafo no oficial del Marqués de Topochico said...

Chale Amenaza... ¡te la mamaste! Ni yo me sabía esa del buen Chuy.

Un consternado Marques.