El domingo pasado murió en su hogar de Colorado el escritor Hunter S. Thompson a los 67 años de un aparente suicidio; creador del llamado periodismo gonzo, colaborador de publicaciones como la Rolling Stone y creador de novelas tan relevantes en la cultura pop gabacha como Hell´s Angels, Fear And Loathing In Las Vegas o The Rum Diary, este buen doctor construyó por sí solo un estilo periodístico cínico, sarcástico e irrespetuoso que fue la piedra angular del movimiento contracultural gringo en la década de los 60´s. De hecho, su libro de Fear... fue hecho película en 1998, dirigida por Terry Gilliam y protagonizada por Johnny Depp y Benicio Del Toro.
Sus novelas narran situaciones salvajes y muy perturbadoras, en donde sus protagonistas Raoul Duke o Barry Kemp (ambos basados en la flamboyante personalidad psicótica del mismo Thompson) se alcoholizan y drogan entre densísimas nubes de tabaco hasta llegar a niveles verdaderamente surreales que ni Dalí hubiera siquiera imaginado, la locura fluye como ríos de alcohol en cada una de sus páginas y, milagrosamente se salvan de ir a la cárcel o de ser asesinados solo por su buena estrella.
Nacido en 1937 en Louisville, Kentucky, Thompson estuvo dos años en el ejército escribiendo sobre deportes en el periódico de la base local y durante su carrera periodística hizo coberturas memorables de el Derby de Kentucky, el Super Bowl y demás eventos deportivos y ya más recientemente, escribía en su columna Hey Rube en el website de la cadena deportiva ESPN. El deporte fue un constante a lo largo de su vida y le sirvió para llevar a cabo su asignación más importante, cuando entrevistó a su futuro enemigo, el Presidente Richard Nixon en una limusina durante la campaña presidencial de 1968, en la cual solo hablarían de football.
Su único y muy licencioso estilo de escribir hizo que perdiera muchas coberturas pero más adelante inventaría un nuevo género cuando un compañero reportero clasificó su artículo sobre el esquiador Jean Claude Killy como "gonzo", este texto lo había hecho para la revista Playboy, el cual rechazó y finalmente fue publicada por el San Franciscan Warren Hinckle. Más tarde Thompson diría en una entrevista que al darde cuenta que podía salirse con la suya con un estilo de escribir tan montruoso hizo que dejara de escribir como si estuviera en el New York Times. "Era como caer en un hoyo de elevador y aterrizar en una alberca llena de sirenas". ¡Puta madre, que frase!
Este ha sido uno de los escritores que, mal que bien, me ha influenciado y animado a escribir todas las chingaderas que me han pasado en estos 33 años de existencia, así que, a mi ni me culpen, ensañense con el Dotor.
Cuando sea grande quiero escribir como él.
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