Dudas oníricas XI

Resulta que estaba con mi querido ex-editor de El Foco.com Rafael Tablado en la casa de uno de los más grandes escritores de nuestra generación pero este intelectual era bien, bien tímido con los medios, no daba entrevista ni aunque su vida dependiera de ello. Ahora que recuerdo se parecía a Carlos Pellicer. Total que entramos a la casa - una de esas casas señoriales y profirianas que se encuentran en la Condesa-, la cual era una exquisita mezcla del inmueble de La Tigresa y Carlos Monsivais, o sea, enormes estatuas de porcelana que pareciera las habían comprado en algún bazar para leprosos de Rangún y libros por doquier hasta en la chingada tina.

Total que empecé a entrevistar al intelectual en cuestión, recuerdo que Rafita se había perdido para ir al baño, ya que esa casa estaba peor que el laberinto de Minotauro y se tardó siglos para regresar. Así que cuando empecé a entrevistarlo, lo noté como compungido y le pregunté que que era lo que tenía y el me dijo que temía porque "muriera Margarita" y yo no sabía si Margarita era su mamá, su esposa, su amante, su sirvienta, su ama de llaves, su mucama, su cocinera, su chofer o su mascota y como yo nunca me he destacado para dar palabras de aliento a los que tienen problemas realmente tremendos solo atiné a decir algo así como: "Bueno, pues ni pedo" a lo que el intelectual se puso a llorar un río de lágrimas y justo en ese momento regresa Rafita Tablado con una barba de Matusalén, (ya que se había tardado siglos para ir y regresar del baño) para ver que pendejada había hecho yo (como siempre).

Total que la entrevista se arregló y mientras Rafael se rasuraba su barba de un kilómetro, yo descubrí en la cómoda chinesca del intelectual un boleto amarillento para la boda de mis padres ocurrida en 1970 -lo cual es falso, ya que se casaron en 1971- haciéndoselo saber al Sr. Tablado, a lo que me respondió con un muy categórico "¿Y?".

Al final de la entrevista, el intelectual estaba tan agradecido con nosotros que nos regaló a cada uno un libro para colorear hecho por el mismo con recortes de periódicos e Enciclopedias Britannica. Ya cuando nos estábamos yendo de su casa, este intelectual nos ofreció darnos un "raid" en su Ram Charger a lo que accedimos gustosos y cuando nos dejo en lo que parecía ser en Paseo de la Reforma, el muy hijo de puta me arrebata mi maletín en donde tenía TODA la entrevista grabada, le mete a 150 kms. por hora, alejándose atacadísimo de la risa.

Total que Rafita y yo acabamos en un parque que se parecía al Parque Hundido, estábamos los dos muy tristes y en eso un niño se acerca al Rafita y le pregunta si la planta que teníamos a nuestro lado era una dicotiledónea y justo cuando le iba a contestar, la gente se pone a cantar una canción titulada "Qué bonita es mi abuelita", a la cual yo empiezo a cantar pero a ritmo de rap y al final Rafa y un servidor nos ponemos a bailar al estilo de can-can, acabando el sueño como una película musical onda "A Chorus Line"... ¡Fue horrible!

¿Entonces ahora que cumplí 40 años voy a tener sueños más pachecos y dignos de la película "Inception"?

Chales.