Ayer, cuando estaba acompañando a Herr Kronenburg a ver como nos parten la cara (como cada edición) en las competencias olímpicas, resulta que a su hijita de 2 años, la princesita Goñi, le dió por peinar a todo miembro o no-miembro de la familia que esuviera en la casa.
A Kronenburg no le fue tan mal porque tenía el pelo muy corto y no era muy manejable, pero encambio se dió abasto com mi cuero cabelludo, creando un exquisito modelo que es una extravagante e interesante mezcla de emo peinado como queso oaxaca.
Este ecléctico "hairdo" lo llevó a cabo con una de esas jaleas que apestan a tres cuadras de distancia a frutitas, hecha especialmente para niñas "nice" y tiene estrellitas de plástico con brillitos, por lo que todavía tengo el cabello como de teibolera de cuarta.
No sé que tengo yo que atraigo a todos los niños, todos se van sobre de mi y es tanto mi pegue que ya hasta Michael Jackson me habló para preguntarme cómo le hago.
Ah si, me olvidaba, vaya desde aquí una felicitación a Herr Kronenburg ya que HOY cumple añotes, la recepción será en la casa del embajador holandés Peer Van Heineken, en donde se hará una discada vikinga... ¡Felicidades ese Kroneeeeeenbuuuuurrrrrrrgggggggg! ¡Saluuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!
1 comment:
y luego esos brillitos no se caen fácil... mala mala suerte.
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