Llega el novio a la casa de la novia a pedirle la mano en matrimonio y después de soltarse un discurso que ya hubiera querido Madrazo o Creel, el padre (tán parecido a Jabba The Hutt que asusta) le dice:
- "Pues muy bien muchachito, me parece muy bien que venga a hablar conmigo, pero el problema es que me han dicho que usté es muy güevón".
A lo que el muchacho imberbe contesta ofendidísimo:
-"¡Para nada, señor!, lo que pasa es que su hija tiene las manos muy chiquitas..."
1 comment:
No cierto! ese chise se lo plagié a mi papacito (Jorge), de hecho en todas las reuniones lo cuenta.
Aunque si, admito que eres la locura con patas, pero eso sí, sofisticado y "burbujeante".
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