Por lo tanto, desde que empezó el año he andado gastándome las suelas de los zapatos buscando trabajo en medios de comunicación, ya sea periódico, radio, tele y hasta agencias de publicidá. Si ven en las noticias que el pinche Fox dice que vamos poca madre con el empleo, dejenme decirles que es una mentira vil... seguimos estando de la tiznada. Ya repartí currículums por todo Monterrey y área metropolitana, además de que en algunos lugares como el El Norte (de hecho, esta publicación se pone una de moños para contratar que ya ni el mismísimo Washington Post, me cae), ya hasta me hablan de "tú", ya que cada quincena o cada mes en este último año hablo para ver si ha habido alguna vacante, de hecho, cuando cumplí el año de andar friegue y friegue, le dije a la encargada de Recursos Humanos, la tierna Lic. Lucy Flores que "me cantara Las Mañanitas ya que hoy cumplo un año de hablar"... me hubiera encantado verle la cara.
En fin, la onda ha estado algo preocupante, con la presión que me he creado ya hasta me he empezado a echar un cigarro diario, cosa que antes no hacía, eso sí, sigo en el H.H.H. AOL Tech (Sex) Support, de menso me salgo si no tengo nada seguro todavía, pero eso de mantener el equilibrio cibernético de tan insigne compañía yanqui ya esta dañando mi salud mental de una manera que la realidad y la fantasía ya me es muy confusa. También he tratado de subir en la empresa de HTC, tratando de colarme al departamento de QA (Calidá) con tal de librarme de barrabasadas de members, me han hecho dos entrevistas pero no he pasado a la segunda ronda, ni modo, yo sigo echándole los kilos.
Ya si de plano no consigo nada ni como diseñador de páginas fetichistas en la red, redactor del Alarma!, sampleo de singles en centros comerciales, venta de propaganda sectaria, mantenimiento de toro mecánico en la feria de Hualahuises o monitoreo de llamadas obscenas en celulares, parece ser que mi señor padre, el insigne Lic. Jorge Valdes Ribakowsky, me va a jalar para trabajar con él en su negocio de reparación de montacargas llamado Fast Track Service, parece que le está dejando un cerro de lana (¡y en dólares!), y con dinero baila el perro, así que a ver que pasa.
Yo sigo de terco buscando chamba en lo que estudié (Lic. en Comunicaciones), así que ya saben, si pueden, ahí ponganle una velita negra del mercado de Sonora al santo que mas les guste, aunque sea al santo de todos los gringos, el milagrosísimo San Ababich.
Yo seguiré haciéndome fuerte en mi bastión.
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