Thursday, October 23, 2008

Vinagre + pepinillos = diarrea cuata

Uds. no están para saberlo ni yo para contarlo, pero ahi les va de todas maneras... han de saber que para enrolarme en el trabajo balín en el que ahora pernocto (literalmente), la compañía de outsourcing tuvo la genial idea de hacer un exámen médico con muestra de orina incluída y digamos que soy un muchachito que gusta de ciertas emociones fuertes que tienen que ver con una conocidísima planta de color verde llamada en el submundo criminal como "Juanita", por lo que, un día antes de dicha prueba toxicológica estaba bien neuras y decidí acercarme a las amistades para pedir consejo sobre como salir airoso de tal debacle.

Total que el Duque Lara (que Dios Padre lo confunda al muy bastardo) me dijo que lo mejor para estos casos alarmantes de recursos humanos era tomarse al hilo un litro de jugo de pepinillos en vinagre para limpiar el organismo de tan satánicos humores. Pues bien, ahí me tienen al otro día puntual en Soriana comprándome no uno sino DOS litros del chingado líquido (siempre he sido un exagerado), los cuales me tomé dentro del coche todavía estacionado.

¿Idiotez mía?, sí, definitivamente que si, al tomarme el primer litro no sentí nada, pero con el segundo ¡Dios Mio que ganas de guacarear me dieron!, si no fuera por mi píloro de acero y mi voluntad inquebrantable hubiera hecho gomitas en la vestidura del "Pollo" pero me armé de "serenidad y paciencia" en el más puro estílo oriental y salí a dar una vuelta al estacionamiento para que se me bajaran las ganas mientras sudaba frío, frío.

Total que regresé al coche, arranqué, y como a los 5 minutos que me llegan otra vez los tembolres blasfemos, por lo que no tuve más remedio que orillarme en un parque a respirar otra vez, más ahora sí el estomago me falló y que saco todo lo que había comido desde el día pasado y gracias al Altísimo que el parque estaba solo ya que me iba a ver precioso expectorando por el hocico un liquido verde pepino cual Linda Blair en el "Exorcista".

Después del numerito me dirigí a un a Farmacia Benavides para tomarme unas fotos para un documento que también me exigía el outsourcing de marras y no era otro más que la "carta de no antecedentes penales", ¡Uta!, y mientras estaba esperando a que se revelaran las fotos me dieron unas ganas de excretar ahora por el lado contrario (o sease por abajo o lo que es lo mismo, cagar)... la espera fue un suplicio, y nada más me dieron las fotos y que voy de regreso al baño de mi certo porque mi esfínter ya no podía más.

Manejé como a 100 kms. por hora, cosa que casi jamás hago y en un alto volví a vomitar (¡y por la nariz, carajo!¡El ardor, el ardor!). Nada más llego a la casa y tardé exactamente 2 minutos en estacionar el "Pollo", abrir las dos puertas que me separaban del baño, y prepararme a colocar mis torturadas asentaderas en la diosa de porcelana y dar rienda suelta a mis más bajas (y cagadas) pasiones.

Aquí un parentesis: Ya llevaba un mes en que el W.C. no servía muy bien y le decía a cada rato a Herr Kronenburg que si no lo podía arreglar y cual no sería mi sorpresa que justo el día en que tengo una urgencia cagantística de vida o muerte, que JUSTO ESE MISMO PUTO DÍA se le ocurre a su señor padre, Johann Andreas Kronenburg en decidir arreglarlo (¡Oh, Murphy que razón tenías en hacer tus famosas leyes!). Solo entré al baño y ví un regüero de llaves inglesas y desarmadores en la taza, las cuales tiré de un manotazo y me senté...

Lo demás fue una epifanía.

¿Nunca vieron "Trainspotting", la escena en donde Renton (Ewan Mc Gregor) llega al peor baño de Escocia a echarse una mierda antológica debido a un supositorio de opio?, bueno, imagínenese eso a la décima potencia. En fin, todavía estaba haciendo lo que se hace normalmente en esos lugares cuando va abriendo la puerta el papá de Herr Kronenburg y al verme en posición tán comprometida solo alcanza a decir en su más perfecta cortesía holandesa:

- ¡Oh, perrdóon!, ¡Voolverré cuaando haaya terminaado!.

Y yo bien quitado de la pena le contesto:

- Síiiii señor, no hay pedooooooo, no se preocupeeeeeeeee (Esto se lo dije todavía pujando).

Todo ese día estuve delícadísimo del aparato digestivo, con una sed del demonio y todavía me tomé tres latas de bebida de sandía, mango y fresa/kiwi Arizona y las guacareé también.

Días después le conté toda la aventura al Duque Lara y después de cagarse de la risa como media hora solo acierta a decirme: "¡Pinche chilango, te dije que te tomaras solo un litro!"

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¡PINCHE PUTO LARA!

Pero eso sí, el menjurje aquel me limpió todito, aparte de que me deshidrató como si hubiera caminado una semana por el Sahara.

¡GRACIAS PUTO LARA!

3 comments:

Antonio Dieff said...

Eso te pasa por pinchi cagón mariguanero.

Alex Cerrato said...

Puta, todavia existes...al parecer sigues con tus "finos" chistes jajajaja No te creas, saludos Hermano, nos estaremos leyendo por aqui...

Ali Heredia said...

quien lo manda a fumar esas cosas