Thursday, May 22, 2008

¡Tócame, zorra!

Últimamente he andado muy melancólico con la década de los 80´s asi que ni modo mis estimados lectores, se van a tener que joder y acompañarme a esta viaje cómico, mágico y musical a la era del crepé y los top-siders.

El videillo que les pondremos a continuación es de la señorita (en ese entonces, dicen) Samantha Fox, cuyo poster tenía un lugar de honor en mi recámara de puberto chaquetero y una de las mujeres que más se han preocupado por acrecentar su "pechonalidad" de una manera obsesiva, al punto de que llegó un momento en que sólo llegó a ser pura teta.

https://www.youtube.com/watch?v=TD33AxebRAg


La estética del video es maravillosa y automáticamente lo hace a uno viajar a esos antros de la época como el News o Magic Circus. Los efectos de cámara lenta, cuando la ex-modelo de Playboy hace su entrada triunfal (¡boing, boing!) al escenario (00.18) y también cuando cantante y banda se dan la vuelta tooodos coordinaditos era y es (para mí) la esencia del baile ochentero y no es por nada, pero me sigue encantando (soy un ridículo ¿y qué?).

Ahora, analicemos sin carcajearnos de las modas que se usaban en ese entonces, como el peinado con medio litro de spray (0.06) que usaba la Fox, sus pantalones deslavados y rotos enseñando media nalga (0.45) y sus botas de dominatrix (0.07). A continuación veamos a los demás miembros de su banda, como el guitarrista que ya se anda quedando calvo (2.10) pero eso sí, se deja una melena ridícula que ni mi señor padre en sus peores épocas; el tecladista con una chamarra tamaulipeca que para mí que se la robó al Piporro (0.55) y como cereza al pastel, el baterista que no se quita para nada sus gafas oscuras marca Joe Montana (0.23).

Pasemos ahora a la lógica del video y veremos después de un exhaustivo análisis que no existe tal: Ya parece que una artista de la talla (y cuerpo) de Samantha Fox se agarra a un idiota cualquiera del público vestido como niño callejero de la década de los 40´s (1.38-1.53) que se trepa al escenario como Pedro por su casa sin que los sanguinarios gorilas de seguridad lo detengan para partirle media madre (1.32) y ADEMÁS PARA ACABARLA DE CHINGAR llega esta... golfa y le unta todo el teclado, COME OOOOON! ¿ESO CUÁNDO HA PASADO? (¿Ardido?, sólo un poquito, ¿Celoso?, ¡Un chingo!).

Acabemos con el climax de video, en donde este pedazo de mujer se trepa a un cable columpiándose arriba del respetable (3.01-3.51) y moja con un vaso de agua al bataco la muy pillina (3.12-3.14)... ¡Que des-ma-dró-te!, y aunque no lo crean, en esas añejas épocas eso era llamado "efectos especiales"... no mames.

Sólo los ochentas pudieron hacer que éste vídeo fuera el epítome de lo "cool" -que para estas fechas sigue siendo cool...ero-, yo me pongo de pie, me quito el sombrero y doy un aplauso (¡CLAP!) al director de este cortometraje por haber manejado el ambiente de tal manera que todos aquellos que vivímos estas épocas lo recordemos con nostalgia y además NOS SIGA GUSTANDO a pesar de que -en mi caso, que estudié comunicaciones y publicidad- sé que la pura grabación no vale ni dos pesos y cuenta con un sinfín de errores... eso sí, todavía te sigo queriendo, Samantha ¡Snif!... Call me.

Este es mi análisis definitivo del video Touch Me (I Want Your Body) de Miss Samantha Fox y si quiere alguién que le haga análisis de su vídeo ochentero favorito, que me lo haga saber y con mucho gusto y una módica suma en dólares en mi cuenta bancaria, la haré.

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