There'll be times
When my crimes
Will seem almost unforgivable
I give in to sin
Because you have to make this life livable
But when you think I've had enough
From your sea of love
I'll take more than another riverful
And I'll make it all worthwhile
I'll make your heart smile
Strangelove
Depeche Mode
¡Yeeeeeeeiiii! ¡Por fín se me hizo ver a Depeche Mode! Banda añeja con cuya música retacada de beats, loops y scratches me ponía a bailar cual apache mariguano o enfermo del mal de San Vito hace muchos abriles. Estos tres señorones (Dave Gahan, Martin Gore y Andrew Fletcher) oriundos de Basildon, Inglaterra supieron prender como velas de cumpleaños a cientos de regios en la Arena Monterrey y aunque El Norte, publicó que los conciertos que dieron en el D.F. en el maquiavélico Foro Sol los calificaron de chafas y mediócres, aquí en el Norte todo fue al contrario (Me oí muy regio pero qué se le va a hacer) todos, todos, todos nos movimos al compás de nuevas composiciones de su más reciente elepé Playing The Angel y de clásicos de ayer y hoy como Personal Jesus, Behind The Wheel, Never Let Me Down Again o A Question Of Time.
Desde que el buen Chip (Edher Noriega) me dijera que iban a venir aquí a Monterrey, me emocioné como una niña de secundaria que va a su primera piyamada y como tengo mis contactos de prensa (todavía) con la Arena Monterrey desde mis días del fallecido City News, estuve mandando verdaderas epístolas para poder ir a tán ochentero evento. Previsoriamente le dije a la Chaparra del Naranjo que ni se le ocurriera hacer nada ese domingo ya que ibamos a ver a los "Depech". Ya el mero día de San Juan que me lanzo a la vivienda de mi dama, ya que su Chaparramovil estaba malito ya que le dolía el ventilador (Ese coche es tán caprichoso que ya hasta le apodé Christine con todo y que ella no me baja de mamila).
Yo la verdad tuve mis dudas de que nos dejaran entrar ya que nunca me mandaron el mail para confirmár la hora en que me entregarían las acreditaciones pero... ¡Chingue a su madre! ¡¡El que no arriesga no gana!! y ahí estábamos plantados en la entrada G1 haciéndo cola con los demás medios. La Chaparra iba preciosa vestida en un estílo ecléctico que denominaré "Darketo regio", ya que iba con una blusa negra como mi conciencia y con una falda de un color azuladito muy fresquecita. No es por nada pero se veía... ¡Uuuuuuts! Mejor ahí la dejamos.
Empezaron a entrar los de prensa y cuando llegó el momento de la verdad en que me preguntaron de qué medio venía, ví muy sorprendido y agradecido a mis hados de que ahí estaba en la bendita lista escrito City News, (¡Yes!) por lo que dije que era el Coordinador Editorial y que la Chaparra era la Reportera (antes era la fotógrafa, pero como soy tán chingón ya la ascendí) Aaaah... ¡el poder de la prensa!
Una de las chicas de organización nos arreó cual bueyes de rancho a un elevador y con la pinche sorpresa de que nos pusieron hasta arriba, desde ahí el escenario tenía el tamaño de una cajetilla de cigarros Marlboro (sin filtro) y lo malo es que, como andas en el área de prensa, como que te da penita echar desmadre, (De hecho en los pasados conciertos en que he estado en prensa aquí en Monterrey todos se me quedan viendo bien feo debido a mi comportamiento de fan. La Chaparra se dió cuenta de esto y me dijo (¡bendita sea ella!): "Mejor vámonos abajo ¿no?" Tus deseos son órdenes, mi vida... ni tardos ni perezosos nos encaminamos lo más abajo que se pudo para echaron un buen desmadrito muy a los ochentas.
El concierto arrancó con un grupo denominado She Wants Revenge, cuyo estílo neo-darketo y sórdido me convenció para buscar su disco para comprármelo nada más tenga dinero y ya a eso de las nueve y cuarto se apagan las luces de la Arena y ¡a gritar todos como pacientes del ala de psiquiatría de la Universidad Autónoma de Nuevo León! Sale el trío de tres bastante ágiles para sus años y a darle duro a las patas y a la garganta. Dave Gahan fue el chico más deseado por todas las chicas del lugar (incluyendo la Chaparra, lo cual me caga ¿Qué tiene aquél que no tenga yo?) y cada movimiento eroticón que se le ocurría hacer que las señitos se desmayaran o les diera el soponcio y cuando al cabrón aquel se le ocurre quitarse la camisa nonono, el infierno se desató, además de que el vocalista hacía unos movimientos juangabrielescos con las nalgas que me hizo dudar de sus preferencias sexuales.
Martin Gore, quién se disfrazó de angelito negro (nada que ver con la película sino con el título del álbum) es el pegamento de une al grupo, él sereno, tranquilo, no soltaba su guitarra para nada para no perderse en un verdadero oceano de emociones y Andrew Fletcher todo el tiempo detrás de la consola de estílo futurista muy a la 2001: Odisea en el espacio, dándole durísimo a la uña.
Bailé, canté, recordé como pocas veces y por primera vez (aunque Ud. no lo crea) vi bailar a la Chaparra, la cual no lo hace nadita mal... Todo fue perfecto y aunque no incluyeron Somebody o Strangelove ¡Qué diablos!, el evento de consolas fue todo un acontecimiento y la Chaparra y yo nos alejamos felices, sudorosos y cansados de haber disfrutado a unas de las mejores bandas ochenteras aún vivas.
...Enjoy The Silence
3 comments:
Ojas petras pos que bueno que los pudo ver, me podría decir cual fue las canciones y en orden..... no más para que la pinche envidia que me correo por no haber ido siga su curso y me sienta peor mucho peor
chido que te gustó Le Topé...
cómprate ese CD de She Wants Revenge, está muy bueno!
Depeche Mode ni es tan bueno.
Una chica ardida que no los pudo ver :P
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