Monday, October 31, 2005

Poesía séptica

"Tu que eres poeta y en el aire las compones,
hazme una chaqueta sin bajarme los calzones."
Dicho popular de soez naturaleza,
hallado en unos baños de la San Braulio Tepehuanes.


En un intento por culturizar a toda la plebe, el peladaje y todas sus castas y sub-especies, el Marqués de Topochico, apoyado por CONACULTA, la logia "El Párnaso de la Calle del padre Mier", el instituto "La flema de Alfonso Reyes", Charmín y Pétalo, ha declarado una cruzada cultural bajo el aguerrido lema "La cultura no muerde", presentàndoles aquí un delicioso libelo encontrado en uno de los más recónditos e inhóspitos rincones del Archivo General de la Nación, escrito en una hoja de papel amatl.

Esta composición de tintes churriguerescos es de la autoría de un poeta novohispano de apellido Cabrera quien naciera en Cádiz en el siglo XVIII y viviera en Puebla de los Ángeles, y en esta composición, dignifica una de las cosas que más han sido vituperadas y satanizadas en nuestra cultura higienizada y ascéptica: Las Cacas.

Disfuten...

Por todas las cacas del mundo olvidadas
levanto ferviente mi humilde cantar;
ya sean cacas secas o cacas aguadas,
tendrán de mi lira un verso al pulsar.

Hay cacas gigantes que infunden pavor,
las hay tan pequeñas que dan compasión,
hay cacas compactas, en extremo duras,
y hay cacas tan blandas que no hacen montón.

Hay cacas plebeyas tan solo formadas con pobres deshechos de la digestión,
pero existen otras que están adornadas con blancas semillas de chile y melón.

Las hay amarillas con tintes de oro, las hay de pitaya de rojo rubí.
Hay otras tan verdes cual plumas de loro y cafés como ámbar, de oscuro matiz.

Hay cacas que toman las formas graciosas de riatas enormes para lazador,
pero existen otras de pasta viscosa, sin forma ni gracia y muy mal olor.

Hay unos cerotes en poses sensuales, como cortesanas faltas de pudor que asqueadas quedaron de las bacanales, de orgiásticas fiestas, de sueños de amor.

Hay otros cerotes que enhiesta levantan la testa orgullosa de altivo sultán;
los puercos se acercan y al verlos se espantan y en vez de gustarles, cohibidos se van.

A todas las mierdas aquí enumeradas levanto esta justa y ferviente oración.
¡Oh pobres, humildes y buenas cagadas, el mundo os desprecia pero qué buenas son!

Se recomienda escuchar cualquier sinfonía de Mozart, Beethoven o Bach mientras se degusta de este exquisito texto.

El Marqués de Topochico en pro de una sociedad con cultura, sofisticación y harto caché.

4 comments:

Ginger said...

Finísimo y siempre ameno Marqués:

Irradio hilaridad al leer tan poético y sensible escrito, del corte de Benedetti o Nervo.

Ánimas que todos se preocuparan, como usted, de extender la cultura y el buen gusto a la perrada, a la gente "de a pie".

Yo said...

Sí, no manches... no sé ni qué decir, que no suene soez, simplón, falto de cultura y elegancia... Me limito a alabarle con un aplauso, mi estimado Marqués... (por cierto que yo me quedé con ganas de Moore, aproveche y reseñe, ¿va?)

Ali Heredia said...

tan sofisticado como siempre... mis respetos/*

Amenazza said...

Inclasificable Sr. Marqués, es usted inclasificable.

Standing ovation.