Wednesday, June 22, 2005

Rivas: la leyenda

Cuando no teníamos mucho que hacer en el mágico, cómico y musical Foco.com, el legendario Rafael Tablado y un servidor, para matar el tiempo, nos poníamos a reescribir éxitos del momento (recuerden la dinámica del "Me Gustas Tú" en un blog pasado) y ya de plano, en un arranque de creatividad catártica, inventábamos personajes pintorescos muy acorde a la ideología del chilango, así es como nació Rivas.

Rivas es la leyenda burocrática por excelencia y en un país en donde la burocracia ocupa más de la mitad de la población del D.F., siento que no se ha analizado el fenómeno a fondo y como diría el maestro Jorge Ibargüengoitia, falta un héroe burocrático ya que "las vidas de los burócratas no han producido ni mitología, ni épica, o cuando menos, éstas no son del dominio público. No se cuentan de ellos historias ejemplares, que hagan vibrar al oyente y lo impulsen a la emulación, como por ejemplo; la del oficial de mesa cuarta que cayó muerto diciendo:

-Falta el visto bueno del jefe de Glosa.

O la del oficial de partes que dijo:

- Si tuviera yo más tinta, ustedes no estarían aquí.

Lo más que se sabe de ellos, los burócratas, es que después de estar 30 años en la oficina de Reanuración de Legajos se jubiló con sueldo completo".

Asi que, en un intento por honrar a esta clase trabajadora tan importante en el engranaje gubernamental-sociológico de nuestro país, aquellos valientes del triplicado, héroes de la hoja rosa y guerreros de la copiadora, les presento al único, inigualable e ínclito Rivas.

Nacido en en un jacalito de Tejeringo el Chico el 13 de marzo de 19.., de padre desconocido (se rumora de que era tesorero del P.U.P., Partido Único de Pendejos) y empleada doméstica, desde muy chico fue atraído por la vida cosmopolita del Distrito Federal, haciéndose hombrecito en las oscuras calles de la Rojo Gómez entre pandilleros morenos y teporochos apestosos, llegando a formar parte de la policía judicial, fue sacado de la misma por corrupto, vicioso, ojete y guarro.

Al ver que sus sueños de para convertirse en "madrina" se deshicieron con toda la coca que se había metido en 3 años nonstop, nuestro anti-héroe por excelencia decidió entrarle al sistema gubernamental mexicano, compró un currículum en las afueras de Arcos de Belén, se compró un par de trajes de barata en Milano, se encomendó a la "santa virgencita de Guadalupe" y fue a buscar trabajo... tal parece que su santa patrona le hizo el paro y fue contratado como asistente del tesorero general del departamento de catastro en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

Pasaron tres años y el mañosito de Rivas hizo un fraude con todo el dinero de la tesorería, mamándoselo en Acapulco en bebidas alcohólicas (Desde Don Perrignon hasta Aguardiente León, drogas (Desde mariguana hasta cemento) y viejas (Desde Güerotas de Eslovaquia hasta morenazas de la Bondojito y se dice que, en un momento de debilidad, contrató muchachitos de la Guayana Francesa para vestirlos con cuero negro y latiguearselos a lo pendejo) y cuando se le acabó el dinero, decidió ir a su terruño a que lo mantuviera su santa madre, la cual lavaba, cosía y planchaba ajeno para subsistir, ésta, al principio lo recibió, pero al ver que pasaban los meses y no movía ni un dedo para conseguir otro trabajo el muy huevón, quiso sacarlo de su jacal. El resultado fue que Rivas le puso tal madriza que le quitó todas las ganas habidas y por haber de correrlo y, pasados cuatro años, Rivas se cansó de ella y decidió ir a hacer fortuna a otros lares.

Como todavía no podía regresar al D.F., Rivas estuvo viviendo a salto de mata a lo largo de la costa del Pacífico, anduvo por Acapulco, Puerto Escondido, Huatulco, Ixtapa-Zihuatanejo, Chacahua, Mazatlán, Manzanillo, Puerto Vallarta, Guaymas, etc., trabajando de guía de turistas, pollero en la frontera con Guatemala, lanchero, vendedor de joyas, narcotraficante, tratante de blancas, seguridad en antros, empezó a hacer sus pininos en el internet con pornografía infantil y hasta fue proveedor de lencería fina y medias a señoras de "buena sociedad" y, en fin, todo trabajo que requiriera una dósis excesiva de mañas, pero eso sí, jamás dejó de andar con mujeres de todos los colores, nacionalidades y sabores, siguiéndo dando rienda suelta a sus demás vicios.

Después de un desafortunado incidente con una chica de 16 años de Mazunte que murió abortando un hijo suyo, Rivas decidió largarse otra vez al D.F. y, sabe dios como, consiguió trabajo en OCESA (empresa organizadora de eventos a la cual el Foco.com perteneció) como contador (cosa rara porque sólo puede contar hasta el 10) y se hizo de grandes amigos, entre los que sobresalen Covarrubias y Samaniego y como dice el dicho "Dios los hace y el Diablo los junta", este triunvirato burocrático se hizo famoso en todo OCESA y hasta en CIE por los excesos y destrozos que llevaban a cabo en sus horas de comida y en antros de mala muerte como "El Naranjito" cerca de el Estadio Azteca o "Las Uvas" por la colonia Doctores. Las fiestas de año nuevo de la compañía no son las mismas sin Rivas, Covarrubias y Samaniego... los tres alegres compadres.

Este es el buen Rivas y me acuerdo que cuando hablábamos de él en la oficina, lo hacíamos de un modo tán convincente que muchos compañeros del Foco.com nos preguntaban morbosamente qué quién era, en que nuevo problema se había metido o qué nueva guarrada hizo. Es muy fácil reconocerlo, es prieto, de bigote de pulquero de pueblo, panzón, simpre está con la camisa desfajada, el pelo lo tiene grasoso, huele a alcohol del 96, 3 palabras de las 5 que dice son groserías, habla a gritos y su risa se oye a tres cuadras de distancia.

Asi que ya saben... si se encuentran a Rivas.... ¡Corran por sus vidas!

2 comments:

Ali Heredia said...

yo conozco a rivas!!!!!!!!!

Gerardo De la Garza, el biógrafo no oficial del Marqués de Topochico said...

Gracias, Manis... ya me diste material suficiente para un nuevo post.