Saturday, October 23, 2004

Confirmación en Mi Nezota

Después de mandar la picaresca aventura del "Tlaque-Lover", el querido maniwis Rafael Tablado tuvo la osadía de amenazar con extorsionarme y divulgar una "burbujeante" anécdota que ambos vivimos pero que el peso de la acción recayó casi en su totalidad en un servidor, asi que, para que deje de jeringar y demostrarle que no tengo miedo de divulgar mis "trapitos" (además de que no tengo lana que darle al ojete) aquí va... Eat your heart out baby! Jujujuju (No se crea manito, un saludote y todas esas cosas).

Todo comenzó cuando uno de los policías que cuidaban las extintas instalaciones de El Foco, nombre Alfredo, nos invitó al huateque que iba a hacer en honor de la confirmación de uno de sus escuicles, "Va a haber chelas y sonido", fueron sus palabras y como ese día que era sábado milagrosamente no teníamos evento dijimos Why the hell not? y decidimos emprender la aventura hacía aquellas tierras incógnitas en donde el barbarismo de la Neza se mimetiza con la civilización defeña de una manera que dejaría al mismísimo National Geographic perplejo...
Total que ahi vamos Rafael y yo a bordo del Capomovil, rumbo al oriente de la ciudad, cerquitas de la impasible y "graffiteada" cabeza de Juárez, en cuya base hay un terreno que sirve como corralón de día y deshuesadero de noche para automóviles confiscados por la PGR o que nadie reclama. ¡Cual no sería mi sorpresa al ver en que una de las calles de ese rumbo olmeca había una de nombre Don Emilio Azcárraga Vidaurreta, ilustre antecesor mío!, ¿Qué coños le hubiera costado al ínclito y jodido DDF poner ese nombre en una zona más nice como Polanco, El Pedregal o ya de jodido La Roma? ¡Ah no! ¡Que se jodan y ponemos el nombre en pleno corazón de la Neza! ¡Ash, que oso, que escándalo y que folklore! Si mi madre lo hubiera visto le da la chiripiolca o le dan los vagüidos...

Bueno, después de navegar entre concreto, vulcanizadoras, talleres de mecánicos, fondas, cervecentros y puestos de tacos de perro cuajado, dimos con la casa de nuestro anfitrión, quién nos recibió con abrazo y todo, nada mas pusimos pie en su patio y ya teníamos una Tecate en la mano y mientras avanzábamos veíamos la leviatánica olla con el arroz rojo, el pollo con mole y más chelas ¡Ah! y el pastel como de tres pisos, más kitsch que la casa de La Tigresa. En esas andabamos cuando llegó Moises, alias el Moy o el Mollejas, el velador de la casa de las oficinas de El Foco, natural de Chalco y que además de cuidarnos el changarro era nuestro director de compras honorario (lo mandábamos a la tienda de la esquina por las papitas, los chescos, los pastelitos de relleno cremosito o los cigarros), este gran amigo llevaba a ambos lados a dos chicas amigas suyas que hacían la limpieza (aparte de sus dos chambas, Moises también era el casanova del tejado más reconocido de la zona sur), nos saluda y comenzamos a cotorrear mientras nos servían nuestra copiosa ración de coditos encremados, mole, arroz y pastelito en prácticos e higiénicos platitos de unicel. Después del copioso ágape ambientado con éxitos de la Ke Buena del Sonido Brayan quitan las mesas de metal con el logo de Corona y ¡A sacarle fuego a la pista, ojetes que la hora del bailongo ha llegado!

El muy cabrón de Rafael, como dos días antes se hubiera jodido una uña jugando al fut llanero (pasión que lo ha llevado a sufrir múltiples problemas de salud y mentales) se excusó de bailar, así que ¿Adivinen a quién invitaron a bailar? ¿A qué no? ¡Pues a míiiiiiiii! Pues sí, ahí me tienen dizque bailando rolas de Los Bukis, Los Temerarios y demás exquisiteces musicales que solo un país barroco como el nuestro puede crear. Han de saber que en todo el tiempo que duró este calvario en la pista, el infeliz de Rafael y Moises regodeandose de mis cuitas y hasta apostando con cual de las chicas que me sacaban a bailar era la ganona !Ah que jijos de la chingada!
Total que esta situación se volvió legendaria en los anales oficinísticos del Foco, anduvieron jodiendo como dos meses y para acabarla de joder cada vez que llegaban las chicas de limpieza, todos me hacían burla con frases irónicas como "Ahi vienen tus novias Mi Rey", "No las vayas a pervertir, pinche sucio" y demás finezas.

Cada que oigo una composición de cualquier típico sonido de bodas, bautizos o quinciaños o que alguién diga: Soooonidoooo Zeeetaaaa, los recuerdos me asaltan y empiezo a sudar frío... ¡Ay nanita!

1 comment:

Javier said...

Pues ya cuenta la de Piedras Verdes ¿no?.